martes, 22 de mayo de 2012

TODO EL AMOR PARA MAMÁ


-          Madre, voy a matarte.
     Eso les digo a las mujeres que me recuerdan a mi asesinada madre cuando camino por las calles de mi desolación. Pero las muy malditas no se dejan matar, nunca responden lo que yo quiero oír; lo mismo que me dijo mi madre cuando murió.
-           No me mates mijito, soy tu madre.
     No son capaces de contestar algo así, siempre me gritan cosas como: loco, raro, demente, precoz, ridículo…; lo peor es que siempre dicen: - Yo no soy tu madre. ¿Es que ninguna se da cuenta que soy un asesino y que voy a matarlas? Aún no logró entender por qué no puedo matarlas cuando me niegan su maternidad. Ya no tengo a quien matar.
     He pensado que no me creen porque tengo cara de ángel, como me decía mi mamá; pero ya creceré y superaré el miedo de no matar a nadie si no es ella. Qué maravilloso fue ver salir mi propia sangre por muchas partes de su cuerpo. Primero, la golpeé en la cabeza para que se desmayara; seguramente se murió de una vez, pero no me importó. Después tomé todos los alfileres que ella guardaba en su delantal y no necesité un muñeco vudú. Usé toda su cara para dibujar puntos rojos.
     Cuando me cansé de agujerearla, tomé las tijeras del mismo delantal y corté su piel por todos lados como si fuera un papel viejo; las heridas se abrían y yo metía mis dedos dentro para hacer un agujero, escondí piedras, tierra, insectos y comida en su cuerpo. Ya había practicado aquella tortura de mi madre con una de las muñecas de mi hermana, pero las muñecas no tienen sangre ni una piel suave y fina que se abre deliciosamente con un corte suave.
     Le había sacado los ojos a la muñeca, pero no sabía si sería buena idea hacer lo mismo con mi mamita; pero yo quería un recuerdo de aquello tan excitante, entonces busqué las pinzas en la caja de herramientas de mi padre y traté de extraer uno de sus dientes amarillentos, jalé, jalé y…
-          ¡Mijito, despierta! ¿En qué piensas amor mío?
-          ¡Mamá cállate! Tú estás muerta.
-          Jajajajaja…, no seas tonto, siempre que terminamos de jugar te quedas como muerto y sales con tus cosas raras, pareces un demente. Mejor vete a jugar al parque mientras termino de limpiar, y pórtate bien porque ya la vecina me dijo que ve desde el balcón que les dices cosas a las mujeres y te insultan; mi niño esas son actitudes precoces. Vete y vuelves en una hora; mañana seguimos jugando.
-          Si mamita.
     Mañana mamá…mañana.

María Ale ZC

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