Parado a la orilla de un rio
Se encuentra Dios
Pensativo, impotente
Un rio que no va a ningún lado
Pero aun asi arrastra sus cadáveres.
El arroyuelo nunca es igual a si mismo
Su última, absoluta esencia
Es la piedrecilla que atraviesa su eterno viaje
Ritual maravilloso
Verano de los niños a orillas del alma.
La puerta mas sencilla a lo trascendental...
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