-Buenas Tardes- dijo el hombre de unos treinta y cinco años, obeso, alto, de cabello negro, corbata y con un reloj de oro en su muñeca.
-Buenas tardes señor Romeo- respondió el otro, un viejo, de unos cincuenta años, también obeso, canoso en los pocos cabellos que le quedaban. Lo acompañaba una mujer bastante joven y hermosa.
Pese a su apariencia el hombre hablaba con firmeza y sus movimientos eran bastante seguros: -No me andaré con rodeos, señores Capuleto ustedes ya conocen mis intenciones como se lo manifesté en la carta y he venido aquí por su hija, me interesa mucho desde el primer día que la vi y tengo el propósito de casarme con ella, lo cual podría ser en una semana, el día domingo por ser sagrado –dijo abruptamente, el señor Romeo-.
-No podemos negarle ese derecho; sin embargo sería bueno nos resumiera, debido a su afán, sus recursos e intereses- indicó inquisitivo el señor Capuleto.
-Por su puesto no esperaba menos que hacerlo - Dijo mientras acomodaba su corbata.
-Soy abogado con varios años de experiencia, lo que me sirve para vivir bien y comer lo suficiente, como lo demuestra mi gran barriga; tengo una casa de dos pisos hermosamente decorada, con aire acondicionado y muchos electrodomésticos… Se encuentra al suroeste de la ciudad y pueden visitarla cuando quieran. En cuanto a mis intereses, me gusta mucho su hija y sé que podrá darme buenos hijos. Tengo todo para cuidarla y garantizarle muchas cosas: educación, cosméticos, viajes, salud, entre otras. La cuidaré bien, lo prometo. Y bueno por ultimo quiero llevar un matrimonio santo, enmarcado en las costumbres que nos dicta la providencia y de la que no debemos olvidarnos - expresó bastante persuasivo Romeo.
- Entiendo, lleva una buena vida por lo que veo y es profesional con experiencia- dijo mientras se sumía en sus pensamientos.
La sala se mantuvo en un completo silencio por unos minutos, mientras el señor Romeo esperaba su respuesta.
-¡No se diga más! Usted me ha caído bien. Sé que la providencia los bendecirá y que cuidará bien a mi hija, la traeré ya mismo- exclamo bastante emocionado, en contraste con el silencio sepulcral y la actitud pasiva de la señora Capuleto.
Se levantó de su puesto y cruzó la sala hasta una de sus puertas, la abrió y entró. Al cabo de algunos instantes trajo consigo una hermosa niña de aproximadamente cinco años de edad, pelo lacio bastante largo, delgada, piel en extremo blanca, vestida con un traje entero blanco con un lazo rojo en la cintura. Caminó con la niña unos pasos, quedando a pocos pies de la señora Capuleto. Acto seguido se arrodilló y dijo susurrando: - Julieta desde ahora ya no te cuidaré más, tu nuevo padre y algo más que éso, será este señor que se llama Romeo, deberás hacer todo lo que él te diga, todo sin ningún temor, tendrás que jugar con él, abrazarlo, besarlo, pero en especial hacerle caso y así podrás aprender muchas cosas de él.
Julieta se quedó callada mientras miraba al suelo y a todas partes al tiempo, sin saber qué sucedía. Su papá le dio un abrazo y se la entregó a Romeo. Éste la tomó por el brazo y la acercó. La abrazó, acarició su pelo y tocó cada parte de su delgado cuerpo. Luego metió la mano debajo de su vestido mientras la besaba en la boca. Julieta se quedó quieta y simplemente dejó que Romeo hiciera lo que quiso.
-¿Cuántos años tiene exactamente? - Preguntó después de terminar de besarla.
-Cinco años y cinco semanas-
-Bueno disfrutaré de ella, hasta que me dé hijos… - Con lo que soltaron una carcajada los dos hombres en el lugar-.
Después de esto Romeo sacó a Julieta de la gran sala y desde fuera se despidió, no sin antes pedirle a los padres que asistieran a su boda.
-Como les dije, será en una semana, en la Iglesia Central a las ocho en punto, los espero.
Eduar Ramos Barragán
Seguramente repugna según la lectura de cualquiera...
ResponderEliminarLa carga de hironia que posee el texto es la que le da nivel.
si te repugna entonces el cuento logro su cometido, ya que causo sensaciones en ti. por otra parte la carga ironica es un recurso literario para la configuracion de la historia que se manifesta desde el titulo mismo. no creo que sea lo unico que le da valor a la historia.el cuento es furte por la ironia y por otros elementos
ResponderEliminarHe dicho "repugna según la lectura de cualquiera", seguro Jenny que no somos cualquiera.
ResponderEliminarAdemas de la hironia no hayo nada más
¡Pero ilustrame tu!
seria bueno que te informes sobre los conceptos que usas, ironia no es con h. por otra parte el cuento logra utilizar entre otras la tecnica del decir sin decir ya que con solamente señalar la actitud de la madre del personaje de julieta hace pensar al lector que en ella pre-existio lo ocurrido con julieta...
ResponderEliminarpara quein no es un lector cualquiera es dificil que no lo notara
Al leer este texto -pese a que me azoto cuando lo termine- no me quedó otra cosa, sino celebración. Celebración por vomitar nuestra epoca. Celebración por su capacidad de sintesis de un mundo que se droga en paginas vanales llevandose a rastra lo unico preciado del ser humano: la niñes.
ResponderEliminarAtt: anonimo
Me gusta el comentario de "anónimo". Por otra parte, bueno -además del texto, claro esta!- también me gusta la actitud de "Jenny191987": ¡caramba aquí lo acribillan a uno por el más mínimo detalle! (eso esta muy bien, así damos vida a la dinámica del "Coloquio").
ResponderEliminarPido disculpas por mi broma con la ortografía...
A ver "Jenny191987", "decir sin decir" no es una técnica; tal y como lo planteas has caído en una contradicción dialéctica.
Porque entiendo lo que dices te boy a aclarar el (¡tu!) enredo: con lo que te refieres a "decir sin decir", es un artificio literario ¡no una técnica!, la que debería informarse acerca de los conceptos que utiliza eres tu.
este texto es bueno pero en ese mismo sentido aburre, es decir parece una contradicion pero los textos o narraciones deben tener unos giros del lenguaje;metaforas nuevas y sensaciones de la mente que te llevan a unos abismos esteticos.En tal sentido,la literatura es un paso para reencontrar el sentido de la vida y sus sin sentidos, por esa misma razon, la vida que al igual que la literatura advierte de un mundo fatalista, ya que la vida es un fin y no medio para los sentidos,y como la vision de un mundo debe estar en una posicion viable, uno se da cuenta que este texto si lo califica de bueno pero le falta algo, es como cuando uno lee a por ejemplo, JJ Junieles y descubre alli a un gran talentoso de los cuentos, pero no lo digo por estos ultimos que ha escrito sino por los primeros donde uno se reencuentra con la vida y la nostalgia , son cosas tan vanales pero que nos guian a una serie de perplejidades,sino mas bien el fondo que este cierto mundo nos abre por medio de la narracion;narracion desde Junieles que es una vision del mundo bastante desencantada, y que nada tiene que ver por ejemplo de la vision de la poesia inglesa de los siglos XVI Y XVII, YO siempre imagino leer grandes relatos y a la vez que mi intelecto aumente, estos jovenes de Coloquio creo que deben sostenerse en la creatividad pero tambien en la experiencia vital, en lam vitalidad, es mas creo que lo conservador nos asiste en todas las narraciones de Coloquio.
ResponderEliminarExcelente cuento. De nuevo la ironia y el absurdo nos despierta y nos enfrenta.
ResponderEliminarGracias por tu escritura Eduar, definitivamente con estos magnificos resultados -en los que se encuentra implicito un notable proceso de visión y creación- es que se da una verdadera cátedra de Literatura.
Ome, hasta ahorita alcanzo a leerlo completo... lastimosamente el señor ramos ya no siga con nosotros, me hubiese encantado hablar con el acerca de este pequeño relato.
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