Kurt Vonnegut
Utiliza el tiempo de un completo desconocido de forma que él o ella no sienta que lo está malgastando.
Dale al lector al menos un personaje con el que él o ella se pueda identificar.
Todos los personajes deben querer algo, aunque sea un vaso de agua.
Cada frase debe hacer una de estas dos cosas: revelar un personaje o hacer que la acción avance.
Empieza tan cerca del final como te sea posible.
Sé sádico. No importa cuán dulces e inocentes sean tus protagonistas, haz que les pasen cosas horribles (para que el lector compruebe de qué madera están hechos).
Escribe para contentar únicamente a una persona. Si abres la ventana para hacerle el amor al mundo, o lo mismo para hablarle, tu historia cogerá una neumonía.
Dale a tus lectores toda la información posible lo más rápido posible. Para mantener el suspense Al diablo con el suspense. Los lectores deben tener una idea general de lo que está pasando, cómo y porqué, de modo que puedan acabar la historia ellos mismos; las cucarachas pueden comerse las últimas páginas.
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