domingo, 16 de mayo de 2010

HIERBA

                   Por Fernando Padilla Cabarcas.

La hierba inmovil en su verde color y aroma escurre en las manos la vida que fluye del amor entre seres y veo tu rostro entre nubes de humo y recuerdo aquel día sispuesto a ser el mejor ¡oh, el mejor! y tú te alejabas de mí y el humo se aleja de mí esparciendo su esencia en las casas dejando color en las cosas y mi mente recuerda las calles y pequeñas personas semejantes a mí van tras la bola que rueda entre el césped y lleva alegría semejante a la hierba que hoy llena la mente de aquel que te observa y tú dices no y el quiere un sí pero tú no dejas y yo sigo inmóvil  y la vida pasa pero yo no paso y la hierba se mueve y todo se mueve en camiones cubiertos desde ciudades hostiles llenas de mujeres con la misma sonrisa y la misma actitud igual a la tuya que dice que no igual a mamá prohibiendo el uso y el humo me ciega y ella se queda esperando a que llores pero yo no lo hago y tú te molestas cuando el fuego sube y enciende las nubes y las vuelve arcoiris que llena de paz la mente que envuelve la hierba que dice que sí y tú te enfureces y sabrá Dios qué piensas porque el verde que hoy cubre mi rostro él lo creó hace años la gente la usa y envuelve su espíritu inmerso en las sombras como tú cuando dices que no y la paciencia que abunda en mi alma se agota y vuelvo a llenarla de verde esperanza mientras aguardo tu no que deja una marca en mi cuerpo que espera tu sí como el papel encendido en mis labios ansioso de tí...

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LUZ

          Por Jennifer Pérez.
Creo ser de aqullas extrañas doncellas que odia al rey, al bufón y al príncipe por eso... "Erase una vez..." y decidí subir a la torre más alta, donde se encuentra la princesa de cabellos de oro, larga trenza y un corsé escarlata que asfixia sus perfectos senos blancos que invitan a la cópula. Esa, la que aspira a ser reina pretende no mirarme, mientras hago de voyerista y me toco  y la observo.
Ella, la que todos quieren morder mientras duerme, la que acompaña los sueños húmedos y cladestinas masturbaciones de los miembros de la corte de un rey impotente e infame. A ella quiero arrancarle los labios con un beso distinto, en donde su lengua y la mía forniquen  bañadas en cálida y viscosa saliva, verla devanecerse mientras me robo un frenético suspiro y mis dedos palpen el preludio de un enigma... su alma.
La amo porque ella es igual a mi reflejo, en sus ojos me encuentro, lasciva, perversa, callada.
Luego de escalar, la encuntro desvanecida, jugando con su cexo; los ojos rasgados de mi doncella, volcados hacia dentro de sí; boca entreabierta, agitada, levitando en su ausencia, embelesada, pintando diademas en la cerne desnuda de su vientre. Me descubro mojada, me acerco, beso sus pies y mis manos viajan a través de la simetría y lividez de sus muslos...
Suspira, sonríe, el perfecto preludio... Su lengua, sus dientes...La humedad.

martes, 11 de mayo de 2010

INFRAESPACIOS

¿A dónde me llevas ahora? No respondes, pero invento lo que dices… Tampoco te lo he preguntado, pero sabes que imagino que te pregunto cosas aunque nunca te lo haya dicho… ¿A un pueblo de pescadores, me dices? ¿Hablar con cuáles sabios? ¿Los que saben amarrar y desamarrar cuáles nudos? ¡Todos! Me dices. Los nudos me aburren, ya lo sabes… Después de un rato, mientras terminamos de sacar un trasmallo de encajes y el olor a dulces mariscos me impregna, lo entiendo: ¡Los nudos solo tienen sentido cuando los amarran pero solo los entendemos cuando los desamarramos! “Es allí donde está el secreto: no en el nudo, sino en el ejercicio de amarrarlo, no en poderlos desamarrar, sino en el tiempo que invertimos entendiendo cómo se desamarra, aunque decidamos no desamarrarlo” me dice al oído, para que tú no escuches, el viejo sabio pescador. -¡Gordias nunca creyó que le harían trampa… ni que su nudo sería… invadido… por la alejandrina… espada… fálica…! Me dices mientras haces tijeras con tus piernas… y entiendo a dónde me llevas cuando recorro desde tus ojos hasta tus pies arabescos anudados de norte a sur; de oeste a este brazo me abrazas me envuelves en tu camino que devuelve el sol cuando desamanece cada noche; cuando me pierdo en cada encrucijada, cuando me aventuro en tu infraespacio y descubro que el universo tiene sentido y creo que el viejo sabio pescador existe…. Yo, el agnóstico más acerado inoxidable, al que ningún agua bendita corroe la frente, al que todo sacerdote le parece un pícaro. ¿La creación? ¡Aquí la estoy penetrando! La estoy sintiendo mía y ella se apodera de mí, húmedas columnas de vertebrales estalactitas… Y somos nudo que nos pierde con gusto para buscarnos… Es allí donde está el placer me dices y no te escucho, pero sé que me lo dices. En la búsqueda desnuda, no en el encuentro y lo entiendo. Es aquí donde me has traído y ahora sé que anudar no es llegar… sino regresar.
WILLIAM HURTADO GÓMEZ
Cartagena, abril de 2010

lunes, 10 de mayo de 2010

POEMAS DEL SEÑOR UNDERGROUND



DEL ARBOL EN  LA MONTAÑA

En los 163 años del nacimiento de NIETZSCHE

Prométete a ti mismo
Que no lucharas por
Esas cosas que crees
Que te pertenecen
Escoge el fracaso
Escoge la derrota
Siente la punzada
En el pecho ante
El miedo al error
Llega hasta el final
Tapa tus oídos
Olvida sus palabras
Siente el vértigo
Desde aquellas alturas
Veras todo más claro
Veras lo fácil
Que es lanzarse
Cuando tú escogiste
Sin escuchar
“el consejo”
De los labios rotos
Arma tu mundo
Crea tus dioses
Crea el significado
De la soledad
Luego olvida
Continúa el camino
Quédate quieto
Dale la espalda
Al que te busca
Guarda el secreto
No te dejes tentar
Ahora todos vendrán
Por el poder
Míralos a los ojos
Y sonríe
¿Ya entendiste la
Primera Lección?

EL SEÑOR UNDERGROUND

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Lo inevitable de todo esto

Nada de arrepentimientos

Tardes ideales para matar a la familia

Hermosas madrugadas para quemar la ciudad

Nada de arrepentimientos

                                               Poesía

                                                                       Cigarros

                                                                                              Orgasmos

                                                                                                                      Resacas

Los intentos inútiles al amar

Nada de arrepentimientos

Inevitables  gajes  del “oficio” de un soñador


EL SEÑOR UNDERGROUND



Día de descanso

Día de descanso.
    Amaneció, Marco Tulio se levantó a las cuatro treinta de la madrugada, bajó a la cocina y puso a calentar el agua para bañarse. Preparo su uniforme, planchó el pantalón, el chaleco y la camisa y lustró los zapatos; luego subió nuevamente a su cuarto con el uniforme en una mano y la olla de agua hirviendo en la otra, colgó el uniforme en el perchero y se dispuso a tomar su baño matutino. Todo sucedía exactamente igual que todos los días.
     A eso de las cinco quince y luego de estar listo (bañado, vestido y peinado), Marco Tulio bajó nuevamente a la cocina a preparar el desayuno. Se puso el delantal rojo, hizo jugo de naranja, picó algo de fruta y sirvió leche y cereal en un tazón; lo puso todo en una bandeja de plata armónicamente organizado, junto con una diminuta campanilla. Se quito entonces el delantal y se colocó los guantes blancos y el corbatín y salió de la cocina con la bandeja en mano. Atravesó un pasillo largo hasta el salón comedor, y al darse cuenta que estaba vacio siguió caminando, cruzó el vestíbulo central, el recibidor de la puerta principal, siguió y paso por la sala de estar, salió al jardín y puso la bandeja en una de las mesas con sombrilla.
     –El desayuno está listo, señor –dijo, mientras sonaba suavemente la campanilla, con una voz fuerte y elegante.
    –Ya voy Tulio, ya voy –respondió del otro lado, sentado en una banca frente al estanque, un viejo, regordete, canoso y bien vestido que alimentaba  a los patos.
    Marco Tulio se quedo, entonces, de pie junto a la mesa bajo sombra espantando a las moscas mientras esperaba al señor.
   –Muchas gracias Tulio –dijo el señor mientras se sentaba a la mesa – ¿ya desayunaste tu?
   –En un momento señor –respondió Marco Tulio.
  –Tranquilo Tulio, tranquilo –replico el señor –yo puedo desayunar solo, no va a pasarme nada, vaya, vaya usted… ah, y cuando termine lléveme por favor el periódico al despacho, allá también atenderé cualquier novedad.
    Marco Tulio asintió con la cabeza, hizo una reverencia y se retiro.
    Luego de desayunar pan con mantequilla y leche, se habían hecho ya las siete y veinte, y sintiendo que el tiempo volaba, se dirigió de inmediato a la puerta principal a pasar lista, pues a esa hora llegaba el resto de la servidumbre. Y se dispuso a supervisar a cada uno en su labor: a las mucamas en las habitaciones, a las lavanderas en el cuarto de ropas, a las que sacudían barrían y trapeaban, al chef y demás cocineros que preparaban el almuerzo y al jardinero que podaba el césped, regaba y arreglaba las flores.
    Recibió y atendió muy bien, en la sala de estar, con té y galletas, a los trabajadores y empresarios que esperaban audiencia con el señor, y los hizo pasar uno por uno, organizadamente hasta el despacho: al cobrador de impuestos, abogados y demás empleados.
   De ese modo, ya para las cinco de la tarde, todos se hubieron ido dejando todo resuelto según lo que a cada uno le competía.
   Más tarde, y después de las seis cuando marco tulio hubo pasado  lista por segunda vez y despachado al último miembro de la servidumbre, él y su señor quedaron nuevamente solos en la casa.
   – ¿Se fueron todos ya? –pregunto el señor cuando Marco Tulio regreso por fin.
   –Si señor.
   –Fue un día duro el de hoy, ¿ah Tulio? Firmar y renovar tantas clausulas y contratos, revisiones, aprobaciones… ya estoy viejo para eso –Repuso el viejo y dio un profundo suspiro – ¿No lo crees?
    –No piense eso ni por un momento señor, aun le queda mucho tiempo de vida –Replico Marco Tulio con un tono respetuoso.
    – ¿Vida dices? No, ya viví todo lo que tenia que vivir: manejo mi propia empresa y está a la perfección, por lo que siempre tendré un buen sustento pues soy mi propio jefe, una casa grande… a decir verdad demasiado grande para mi solo, viudo hace dos años y con tres hijos, que como es normal, tienen ya sus propias familias de las que deben hacerse cargo, u otras obligaciones y se han olvidado ya de este pobre viejo, ¡Ja! –Rió cansadamente –Ya no tengo para quien trabajar, ha sido suficiente para mí y es tiempo de descansar.
    – ¿Pero que dice señor?, si aun goza de buena salud… –Empezó a decir  Marco Tulio, pero fue interrumpido inmediatamente.
   –Lo que escuchaste Tulio, lo que escuchaste, y tu deberías pensar igual, has trabajado duro todo estos años, es tiempo ya de tomar un descanso.
    Luego de un silencio extenso, pero no incomodo, Marco Tulio volvió a su habitación y se preparo  para dormir. Lavo sus dientes, su cara y sus manos, se puso el pijama que estaba doblado bajo la almohada, alzo la sabanas de arroparse y se acostó.
   Ya en la cama, pensó en las palabras del señor, y en que tal vez tenia razón. Él también se sentía cansado, había logrado una vida plena,  honrada y, por que no, feliz. No estaba casado, ni tenia hijos, porque así lo decidió; lo que no quiere decir que en su juventud no haya gozado de una que otra aventurilla. No se quejaba de nada, ni se arrepentía de nada “si, definitivamente había tenido una buena vida” pensó.
    A las nueve cuarenta, cuando ya estuvo entrada la noche, luego de mucho pensar en los íres y veníres de la vida, cada viejo en su habitación, acostado cómodamente en su cama, apago la luz y se entregaron, en un sueño profundo, a descansar.
Lineth Blanquicett Vasquez

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DESEOS Y EL REO

DESEOS

Por enésima vez elogia el traje usado por el maniquí detrás de la vidriera, y deseó ser ella. Y sería ella si su papá no le hubiese negado el dinero y si su novio no fuera un pobre diablo. Se resignó a estrenar ese mes. Decide alejarse de la ancha ventana del almacén, pero su cuerpo no responde. Con ojos de plástico enjaulado, ve moverse, al ritmo de sus pies, la espalda huesuda de la joven que la miraba y, nuevamente, deseó ser ella; esa que nunca vivió.

EL  REO

El reo es vigilado por los pasos de dos guardias en busca de la sala de audiencias; a su lado, la mano cálida de su mujer y en sus brazos la sonrisa virgen de su hija de cuatro meses. Al entrar, un beso doloroso en los labios gruesos de su dueña y otro en los delicados de su niñita. Estaba seguro que ese momento nunca llegaría, pero estaba ahí. No hay oportunidad de volver junto a ellas, a la celda mohosa y humeda. El tiempo es corto. Sólo un saludo monótono al abogado defensor, y la audiencia pasa tan rápido como el viaje de un sonido no escuchado. El golpe acostumbrado del martillo del juez, su voz altisonante: el reo 15973000... Es declarado inocente! La sala se llenó de gritos, lágrimas, insultos, insultos. "Mi bebé", se dijo el reo mientras los guardias le ponían las esposas. "Mi mujercita. Qué será de ellas". En contra de su voluntad fue separado de su mujer y su hija y conducido a la casa de sus días de libertad. No tuvo sino miradas de sufrimiento hacia aquellas paredes coloridas y secas que lo tienen libre
JUAN MANUEL GONZÁLEZ SEQUEDA.

1+1+1=0

Una Perdida Constante Del Nivel Normal De Realidad
ANTONIN ARTAUD


Mataría por un cigarrillo bla-bla-bla nolotlokg LOS BARROTES DEL DELIRIO HUELEN A INODORO DE ABUELA MUERTA el doctor ya no fuma  jajaja ya no fuma  jajaja ¿ME COMPRARAN UNA CAMISA DE FUERZA MARCA ESTOYJODIDO? Jajaja no te rías CALLATE  jajaja cuando salga de aquí fumare un cigarrillo jajaja ABUELA ESQUIZOFRENIA ¡yo la vi! jajaja  ABUELA NEURASTENIA ME COMPRO UNA PALETA DE COCAINA jajajaplotoclomonoklezzomaratllochwochwojajaja.  Los cigarrillos son saxofones y ninguno en esta ciudad supera mi jazz jajaja TIA NEUROSIS ME CIRCUNCIDO CON LOS DIENTES jajaja no puede ser jajaja no quiero vivir sin nicotina jajaja HERMANITA OLIGOFRENIA VIOLO A PRIMA CORDURA jajaja quiero reencarnar en un cigarrillo jajaja plutomlauptrxojajaja Jesucristo y buda son cigarrillos iluminados MAMAjajajaANARQUIAjajajaLECORTOjajajaLAVERGAjajajaALjajajaPADRASTR jajajaPSICOANALISIS pero si tu me conviertes en cigarrillo yo voy a entregarte el cojon etílico de dioniso NONONONOjaNOjaNOjaNOjaNOjaNOja callenseeeeeeeeeeeeeeeeeeeee HERMANITO SUICIDIO ME COMPRO UNA CUCHILLA EN  LAS ALCANTARILLAS DEL CIELO jajaja Hitler era un cigarrillo alienado que quería ser fumado por onan el cigarrillo masturbador ¿si? ¿si? ¿si? Jajaja déjeme en paz jajajablablablabla12345678jajaja33658jajaja doctor sáqueme de mi jajaja no puedo con estos hijoperrashijospulgasjajajaEL SEÑOR GENOCIDIO ABRIO UN BAR EN EL CEMENTERIO jajaja yo soy el verdadero yo jajaja YO SOY EL VERDADERO YO jajaja yo soy el verdadero yo jajaja NOnono NOnono se que no soy esta multiplicidad del cigarrillo jajaja QUIERO UN HELADO DE CEREBRO jajaja doctor tráigame un cigarrillo para volver a la unidad del ser jajaja norombó klotlocóq plomlomláw ¡LA PASTILLA DE ANFETATODOLOPUEDOPEYOTEPUEDOVOLARLAUDANOELCIELOESUNEREBO! Jajaja doctor jajaja gracias jajaja por jajaja la jajaja pastilla AhoRa sOmoS unO jajaJA
 
SEÑOR UNDERGROUND

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